Volvamos con Vanessa. Tras aquella intensa noche de trabajo, llegó por fin el último día de desmontaje.
Empezamos sacando el motor. Para ello montamos un andamio sobre la delatera del coche, colgándole una polea de polipasto y utilizando a uno de los miembros del Dream Team como contrapeso mientras otro de ellos extraía el motor. Una vez arriba, se sacó el coche de debajo del andamio y se colocó el motor en una carretilla para poder transportarlo más facilmente, dado su peso. Tras pensarlo mucho, decidimos que sería mejor dejarlo en el suelo que en la carretilla, por lo que tuvimos que volver a montar el andamio.
Una vez extraído el motor, decidimos sacar la caja de cambios. Nos costó bastante trabajo, pero con la ayuda de la polea, las palancas y una bombilla que nos iluminaba (nos dieron las una de la madrugada sacándola) conseguimos terminar nuestro trabajo.
Además de esto, quitamos el depósito (que para nuestra sorpresa, estaba lleno de gasolina), el salpicadero y la puerta que nos faltaba. Con esto, como bien habréis observado, queda Vanessa desmontada por completo. Ahora toca la parte más dura y dificil, el montaje y la reparación de todas y cada una de sus partes, pero estamos muy ilusionados por empezar y no vemos las ganas de que llegue el momento de ver a Vanessa por fin en la carretera.
Ahora os dejamos, como siempre, con las fotos. ¡Un saludo!
Empezamos sacando el motor. Para ello montamos un andamio sobre la delatera del coche, colgándole una polea de polipasto y utilizando a uno de los miembros del Dream Team como contrapeso mientras otro de ellos extraía el motor. Una vez arriba, se sacó el coche de debajo del andamio y se colocó el motor en una carretilla para poder transportarlo más facilmente, dado su peso. Tras pensarlo mucho, decidimos que sería mejor dejarlo en el suelo que en la carretilla, por lo que tuvimos que volver a montar el andamio.
Una vez extraído el motor, decidimos sacar la caja de cambios. Nos costó bastante trabajo, pero con la ayuda de la polea, las palancas y una bombilla que nos iluminaba (nos dieron las una de la madrugada sacándola) conseguimos terminar nuestro trabajo.
Además de esto, quitamos el depósito (que para nuestra sorpresa, estaba lleno de gasolina), el salpicadero y la puerta que nos faltaba. Con esto, como bien habréis observado, queda Vanessa desmontada por completo. Ahora toca la parte más dura y dificil, el montaje y la reparación de todas y cada una de sus partes, pero estamos muy ilusionados por empezar y no vemos las ganas de que llegue el momento de ver a Vanessa por fin en la carretera.
Ahora os dejamos, como siempre, con las fotos. ¡Un saludo!
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