viernes, 3 de septiembre de 2010

Pedro Serra, de profesión carrocero

Hoy vamos a hablar un poco más de la historia que rodea el mundo del Dodge en España, y, como no podía ser de otra forma, indagando por este universo es imposible no toparse con la figura de un carrocero realmente importante en la época que, en determinados momentos, jugó un papel muy importante en la leyenda de la marca. Hablamos, sin lugar a dudas, de Pedro Serra.

Pedro Serra, nacido en Barcelona en el año 1926, empezó a deslumbrar a España con sus obras en plena posguerra. Aunque empezó en este mundo casi por obligación, ya que su padre fue carrocero de coches de caballos, él admite que siempre ha tenido los coches en la sangre. Como cualquier otro joven, veía las películas en las que salían coches preciosos y soñaba con que, en algún momento, conduciría coches como esos o, por lo menos, los fabricaría. Y no estaba muy desencaminado pues, lo que en un principio comenzó siendo tal vez un sueño de juventud, termino convirtiéndose en su profesión altamente reconocida por muchos de los aficionados a los coches clásicos.

Él mismo afirma, en una entrevista hecha ya hace algunos años, ser enemigo de las nuevas tecnologías y, como bien dice, ni tiene móvil ni microondas ni ordenador. Se sorprende con los cambios que han sufrido las fabricas de automóviles hoy en día. Como bien declara, en los años 20 vendían los chasis y cada uno le ponía la carrocería que quería, llegando a existir carroceros muy buenos. Después de la guerra los coches que existían, o se traían de fuera o se arreglaban los ya existentes antes de la guerra. Él, según afirma, tan solo les daba un aspecto nuevo. Serra es de la generación del destornillador y el martillo, de los que hoy en día llamaríamos de la vieja escuela. Cuando diseñaba un coche, proceso que solía durar unos 2 meses, dibujaba un boceto del vehículo sobre papel y junto con su equipo de chapistas hacían la forma del coche, fabricaban el primer prototipo. De sus talleres han salido, entre otros muchos, coches tan espectaculares como el Seat 600 Corver, el 1400 Coupe (versión del 1400 C en dos puertas), Seat 1400 A Sport Spyder,  Pegaso Spyder y, como no podía ser de otra forma, el Dodge Serra Boulevard, el Dodge Specter y el Dart Cabriolet (los cuales tendrán, mas adelante, entradas dedicadas íntegramente a ellos).

Hoy día, a pesar de estar jubilado, todavía conserva ese amor por los coches de antaño y se ve capaz de, teniendo los materiales y herramientas adecuadas, fabricar un coche él solo. Es, sin lugar a dudas, uno de los mejores carroceros españoles que nada tiene que envidiar a colegas del sector de renombre, como podría ser  Pininfarina.

Es un ejemplo a seguir, es Pedro Serra, carrocero. 

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