lunes, 6 de septiembre de 2010

Dodge Specter: el Santo Grial

Nota: Antes de ponernos con la faena, hemos de agradecer a Javier Rucabado la información que hoy vamos a tener el gusto de exponer. Sin lugar a dudas, Javier es una figura notoria en este mundo de los coches, y más en su especialidad de los americanos. No dejo pasar la ocasión para recomendaros que visitéis su blog ( http://javierrucabado.blogspot.com/ ), en el cual encontrareis mucha información sobre este modelo y algunos otros de no menor importancia y curiosidad. Sin más, aquí os dejo la entrada de hoy.

Corría el año 1968 cuando en Cataluña se celebraba el IX Salón del Automóvil de Barcelona. Esta feria de muestras de vehículos impresionaba todos los años con piezas automotrices cada vez más impactantes e innovadoras, y por supuesto, ese año no iba a ser menos. Ese fue el emplazamiento elegido para presentar al mundo la tercera creación de Pedro Serra a partir de la base de un Dart. Con el orgullo con que un padre da a conocer a su hijo en sociedad, Serra presentó el Dodge Specter.






El Specter era un maravilloso coupe fastback de color verde jade oscuro que se basaba en el modelo del Dart de 1966. Aunque la mecánica era idéntica a la de cualquier otro Dodge que se pudiera ver por las carreteras españolas (pues montaba el motor Slant Six y la caja de cambios de cuatro velocidades), el exterior y el carrozado distaban mucho de los modelos convencionales. El coche pasaba de tener 4 puertas a tan solo 2, lo que le daba un aspecto más deportivo. Se cambiaron los gigantescos paragolpes macizos del primitivo Dart por unos mucho más finos de estilo boomerang. El morro se convirtió en un elemento mucho más aerodinámico basándose en el Plymouth Barracuda, aunque añadiéndole un par de ópticas más. El capó, a pesar de que conservaba el nervio central, ahora tenía la firma inconfundible del carrocero que lo estaba modificando, unas entradas de aire longitudinales con tres aberturas y ocho hendiduras transversales. El parabrisas delantero aumentó de tamaño para ofrecer una mayor vista panorámica de la carretera. Esto fue posible gracias a la eliminación del marco original y estableciéndole unos pilares A mucho más inclinados y ligeros. Se eliminaron también los marcos de las puertas, idea tomada del descapotable Serra. Los pasos de rueda junto con algunos elementos del lateral permanecieron inalterados pero en el pilar C y en la unión con la zaga se dibujaban unas curiosas aletas descendentes que remataban una zaga baja y con tulipas horizontales integradas. La línea de fastback se acentuaba gracias al ángulo con que bajaba el parabrisas trasero que llegaba a fundirse casi por completo con el maletero. Todo esto iba rematado con los anagramas Specter en las colas a media altura y se produce una reorganización de los anagramas Dodge al igual que entran en juego los anagramas de Serra.






Del aspecto interior no se conservan fotos públicas por lo que todo lo que se sabe es fruto de posibles especulaciones y algunos datos. Se sabe por ejemplo que se separó el asiento delantero para convertirlo en dos asientos individuales, se respetaron los mandos originales y se sustituyó el volante por uno en madera típico de la época.







Hasta aquí tan solo se ha descrito un coche fascinante para la época en que se presentó y con diseño algo futurista según se ve en las fotos. Nada que llame excesivamente la atención salvo por un detalle, el de su historia. El Specter fue presentado ante Eduardo Barreiros con la intención de ser producido y vendido, si no en serie, si al menos un número mínimo de unidades, pero Eduardo Barreiros nunca dio una respuesta clara ante la oferta y el coche nunca llegó a pisar una línea de producción. Fue, en nuestra opinión, una auténtica pérdida para el sector automovilístico español.






Tal vez ahora, la pregunta que nos queda por hacer es qué fue de esta única unidad producida. ¿Llego a venderse? ¿Circulo alguna vez por las carreteras nacionales? ¿Sigue estando viva la unidad y quemando gasolina de vez en cuando? A algunas de estas preguntas si se les puede dar respuesta y es la siguiente. El Dodge Specter fue vendido el mismo día de su presentación dos veces. La primera vez a un catalán y la segunda y definitiva a un bilbaíno por algo más de la cantidad ofrecida por el catalán. Una vez comprado, la pista del coche se pudo seguir hasta los años 80 cuando desaparece definitivamente su rastro. A partir de ese momento empezaron las especulaciones sobre su paradero. Algunos dicen que el coche sigue por Bilbao, otros, que lo poco que queda de él reside en algún desguace olvidado y privado del gusto que es sentir el asfalto bajo las ruedas e incluso hay quien afirma que el coche cambió de propietario por un madrileño que lo conserva pendiente de restauración. Aun así, la realidad es que no se sabe nada de él y los amantes de este legendario coche lo mantienen en el panel de lo más buscados. Desde aquí hacemos un llamamiento a todos los lectores del blog para que, quien pueda tener información sobre el coche, por insignificante que parezca, nos la haga llegar para así, entre todos, arrojar algo de luz sobre esta incógnita automovilística.


Sin otro particular motivo, nos despedimos hasta la próxima entrada esperando que les haya cautivado la historia tanto como a nosotros. Un saludo

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